domingo, 3 de enero de 2016

El sol bajo la seda. Éric Marchal.

 

Conocí este libro gracias a una amiga que me lo recomendó expresamente. "Tienes que leerlo", me dijo, "es un libro que te va a enganchar desde el principio". Y qué razón tenía. 
Lo leí hace ya algún tiempo, pero desde entonces siempre lo he recomendado y alguna que otra vez me ha dado por volver a leerlo, a pesar de tener tantos libros pendientes. Además, la novela histórica me encanta, es un género del que aprendes mucho.

  • Título: El sol bajo la seda 
  • Autor: Éric Marchal
  • Traducción: Joan Riambau Möller 
  • ISBN: 978-84-253-4974-4
  • Editorial: Grijalbo 
  • Género: Novela histórica 
  • Páginas: 721
  • Precio: 21,90 €

A finales del siglo XVII, con Francia y Lorena en guerra, un cirujano ambulante se convierte en el protagonista de una historia trepidante de amores, guerras e intrigas cortesanas.
Un apasionante retrato histórico de la Europa de finales del siglo XVII en el que la sociedad se enfrenta a los avances y las controversias de la ciencia médica de la época. La epopeya de un carismático cirujano ambulante que, guiado por la ambición de revolucionar la medicina, se ve abocado a una trepidante aventura en la que no falta el amor, la pasión, la guerra y las intrigas cortesanas.



  • Nicolas Déruet: protagonista y cirujano ambulante que ofrece sus servicios gratuitamente a cambio de comida y hospedaje. Se ve engullido por las intrigas de la corte de Nancy, por lo que termina huyendo a la guerra.
  • Marianne: comadrona de renombre que algunas veces se ha visto obligada a trabajar junto a Nicolas. 
  • Rosa de Montigny: Marquesa de Cornelli, se encapricha de Nicolas y termina enamorándose de él. Terminará siendo una gran aliada de nuestro protagonista.
  • Duque Leopoldo: Duque de Lorena (explico su historia más abajo).
  • Germain Ribes: cirujano que conoce Nicolas en la guerra y que le influencia en la práctica de la cirugía.
  • Azlan: joven que Nicolas toma como aprendiz y le enseña todos sus conocimientos sobre cirugía. Acompañará a Nicolas a su vuelta a Nancy tras la guerra. 
  • Françoise Delvaux: maestro de Nicolas, de que aprende todo lo que sabe sobre cirugía. Le une una gran amistad con él, pues se encargó de mantenerlo cuando era un niño.


Como ya he dicho anteriormente, la novela histórica es una de mis pasiones, pues aprendo mucho de estos libros. 
La novela está ambientada a finales del siglo XVII, en una guerra entre Francia y Lorena. La historia transcurre concretamente en la ciudad de Nancy, en el condado de Lorena. Allí, Nicolas Déruet, un cirujano que ofrece sus servicios por todo el condado, conoce a Marianne, una de las comadronas de Nancy que tiene una gran reputación, al regresar a la ciudad para visitar a su maestro. 
Sin embargo, el destino es caprichoso y las penalidades se ciernen sobre nuestro protagonista, que debe alistarse en el ejército para cumplir una condena. Allí, vivirá las atrocidades de la guerra desde su hospital de campaña, donde operará a los soldados a vida o muerte. 
Terminada la guerra, volverá a Nancy, donde descubrirá que lo único que ha cambiado es que no queda nada de lo que había dejado atrás. 

Y ahora, un poquito de historia...

Los cirujanos en aquella época no gozaban de la popularidad y del buen nombre de nuestro tiempo. En el siglo XVII no eran considerados más que barberos y matasanos, debiendo realizar siempre el trabajo sucio que los médicos no querían desempeñar. Como es de esperar, debemos olvidarnos del sofisticado y moderno equipo quirúrgico que utilizan los cirujanos actuales, y debemos centrarnos en los escasos recursos que tenían por entonces, debiendo ingeniárselas para poder salvar vidas. 
Los cirujanos de la época debían operar sin anestesias y sin las condiciones higiénicas (en la mayoría de los casos) de que gozamos ahora, siendo normalmente un foco de infecciones y terminando en la muerte. Se centraban sobre todo en sacar muelas, coser heridas, soldar huesos y amputar extremidades (la mayoría de las heridas graves en manos, pies, piernas, dedos y brazos llegaban a necrosar, por lo que era necesario amputar). 
Imaginad lo que era tener que operar a una persona, abrirla en canal sin anestesia, con pocos recursos y, para más inri, con condiciones higiénicas que rallaban lo inhumano (recordemos que en aquella época eran muy descuidados y el aseo personal, así como de su entorno, brillaba por su ausencia), y si a ello unimos un campo de batalla y un hospital de campaña, imaginad el panorama. A ello hay que sumarle que los cirujanos tenían una categoría inferior a los médicos, pues los primeros recibían su formación de sus maestros, y los segundos acudían a la universidad para formarse como tales. Esto quiere decir que los cirujanos eran pobres, de clase social baja, mientras que los médicos gozaban de un bueno nombre en la alta sociedad y normalmente acumulaban riquezas.
Ambroise Paré, cirujano francés del siglo XVI, les atribuye cinco funciones: «Eliminar lo superfluo, restaurar lo que se ha dislocado, separar lo que se ha unido, reunir lo que se ha dividido y reparar los defectos de la naturaleza».
También debemos tener en cuenta que sus diagnósticos no eran como los de hoy: la mayoría de las veces las enfermedades eran "humores" del cuerpo; se desconocían los cánceres, aunque sí que se trataban los tumores; y a menudo se practicaban las sangrías, que consisten en desangrar al paciente para que los "humores" salgan del cuerpo. 


Portrait en pied de Léopold Ier Duc de Lorraine.jpgEn esta novela aparecen personajes históricos como el duque Leopoldo I de Lorena, hijo de Carlos V de Lorena y Leonor María Josefa de Habsburgo, enviado a Viena tras la muerte de su padre para recibir una dedicada educación militar. Tomó parte del Asedio de Timisoara y de las operaciones militares en el río Rin, en la última etapa de la Guerra de los Nueve Años. Leopoldo obtiene el Ducado de Lorena el año 1697, su padre la había perdido en favor de Luis XIV de Francia, por las disposiciones del Tratado de Rijswijk, que restituyó el Ducado de Bar y de Lorena a su familia. El 13 de octubre de 1698, contrajo matrimonio con la sobrina de Luis XIV, Isabel Carlota de Borbón-Orleans, hija de Felipe I de Orleans e Isabel Carlota de Baviera. Su gobierno se caracterizó por la neutralidad de Lorena sobre los conflictos europeos. Leopoldo procuró reconstruir su ducado después de recuperarlo de las manos francesas y para incentivar la inmigración. Hizo construir el Castillo de Lunéville conocido como Lorraine Versailles. Al morir lo sucede su hijo Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico, como Francisco III.

Una historia de intrigas, de traiciones, de amor, de amistad y lealtad, en la que al final descubriremos el sol bajo la seda. 
Muy recomendable.




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